ANÁLISIS - The Bureau: XCOM Declassified

GÉNERO: Acción táctica
DESARROLLADORA: 2K Games
DISTRIBUIDORA: Take Two Interactive
VERSIONES: PC, PS3. Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 23.08.2013
VERSIÓN ANALIZADA: PC

UNA SORPRESA EN SU INTERIOR

Desde sus inicios la saga XCOM siempre se ha asociado a juegos de estrategia táctica, por eso tras un primer vistazo choca la aparición de este The Bureau, una especie de spin off de la saga principal que se aleja del género en el que le vio nacer. El desarrollo de este título ha sido bastante tortuoso. Concebido allá por el año 2006 como un shooter en primera persona, lo cierto es que no pareció captar la atención de las masas. Quizá esa fría acogida fue el acicate definitivo para darle un último giro al desarrollo, que pasó de ser un fps genérico a un juego de acción táctica en tercera persona algo más fiel a la idea que propone la saga madre. Así de primeras podría parecer que XCOM ha sucumbido a la moda Gears of War, sin embargo para mi sorpresa me he encontrado con un producto repleto de buenas ideas, que con un poco más de esmero en determinadas áreas podría haberse convertido en todo un pelotazo.

La acción nos sitúa en el año 1962. El agente William Carter se encuentra a cargo de proteger un maletín que contiene documentos de vital importancia. Parece una misión rutinaria, una más de tantas otras, hasta que un ser extraño se lo arrebata y casi acaba con su vida. Los alienígenas se han despojado de sus caretas dando comienzo a la invasión de la Tierra, y solo el cuerpo de élite de los XCOM, con Carter enrolado como agente destacado, puede hacerles frente. La historia comienza con poca chicha, parece bastante típica, pero a medida que el juego avanza va ganando fuerza, sobre todo en las últimas misiones en las que se revelan ciertos secretos que explican buena parte de los cabos sueltos que quedaban desde el comienzo.

The Bureau no pertenece únicamente a un género, sino más bien una amalgama de varios que coge ideas prestadas de aquí y de allá, algunas con acierto y otras no tanto. Puede parecer que el grueso de una partida está focalizado en la acción, pero nada más lejos de la realidad. El control del personaje principal no es especialmente ágil y el sistema de coberturas tampoco brilla por su precisión a la hora de buscar un escondrijo. Digamos que como juego de acción puro y duro es normalito. Como contrapartida, el campo de batalla ofrece un fortísimo componente táctico, en el que debemos dar órdenes a otros dos compañeros, muy al estilo Mass Effect, por cierto. Hay que echar mano de nuestros aliados, posicionarlos bien y sacar todo el jugo a sus habilidades, si no estaremos irremediablemente muertos. Salir airoso de un enfrentamiento complejo es de lo más gratificamente, por momentos nos sentimos como un auténtico general que derrocha sabiduría táctica por los cuatro costados, y esto es algo que pocos juegos son capaces de transmitir.

Tanto Carter como el resto de compañeros cuentan con una serie de habilidades determinadas por la clase a la que pertenecen, las cuales pueden ser desbloqueadas y mejoradas a medida que ganamos niveles de experiencia. Hay habilidades terrenales y otras adquiridas de tecnología alienígena, por lo que la espectacularidad en los combates está más que asegurada. Además, si alguno de ellos muere en el campo de batalla, tendrás que apechugar sin él hasta que encuentres un centro de aprovisionamiento o vuelvas a la base y reclutes  un nuevo compañero. Al igual que ocurre en la saga Assassin's Creed, puedes enviar a otros soldados a realizar misiones por todo el país con el objetivo de ganar niveles de experiencia. Suena mucho a juego de rol, ¿verdad? Si en Mass Effect teníamos la Normandía, aquí nuestro lugar de "reposo" es la base XCOM, la cual visitamos entre misión y misión para charlar con otros compañeros de armas, y cómo no, recibir encargos de nuestros superiores. Dichos encargos pueden ser misiones principales que dan continuidad a la trama, o bien escaramuzas secundarias cuya resolución nos aportará un buen puñado de puntos de experiencia. Como veis, no se trata de un juego puramente lineal, ya que nos deja elegir el siguiente paso a realizar, siempre dentro de un contexto ya preestablecido.

Y seguimos con los parecidos razonables. El Unreal Engine 3 es el motor encargado de dar vida a The Bureau, y lo hace de una manera un tanto irregular. Hay rostros muy bien conseguidos y otros que dan grima, escenarios exteriores algo simples, y construcciones alienígenas bastante chulas que, por cierto, recuerdan a algunos interiores de Halo. Destacaría la recreación del agua -las pocas veces que se deja ver-, la cantidad de efectos que se producen en mitad de un combate y, paradójicamente, el modelado de los coches que hay en las ciudades que visitamos. Es curioso, pero la sensación visual que da es que comienza flojo, y a medida que nos aproximamos al final el juego gana en espectacularidad. Por desgracia es de esos juegos en los que la activación del modo DX 11 implica una pérdida de rendimiento demencial para la mejora que muestra en pantalla, así que salvo que tengáis un "megapepino", podéis apañaros tan ricamente con la "DX básica" que corre de maravilla en un equipo de gama media. Sonoramente el juego cumple bastante bien, mención especial al notable doblaje al castellano de las voces.

Así que en definitiva nos encontramos ante un juego que mezcla géneros tan dispares como la acción, la estrategia y el rol, y además de una forma bastante orgánica. Entonces, ¿por qué The Bureau ha quedado como un título del montón? Desde luego es un juego que no está exento de aspectos a mejorar como la IA de nuestros compañeros, que en niveles de dificultad elevados nos obliga a hacer de niñeras cada dos por tres. Pero en mi opinión, creo que a esta mezcla le falta un ingrediente básico, y no es otro que el carisma. Siguiendo con el símil, Mass Effect lo tuvo desde el primer trailer que se enseñó, ya fuese por su ambientación, por sus gráficos, o por el protagonista, pero había algo que llamaba la atención. Sin embargo en The Bureau todo es algo más descafeinado. La historia y los personajes no son tan atractivos, no nos motivan a profundizar más en el juego, y es una lástima, porque llegado el momento de la acción, cumple con creces. No obstante, y dejando odiosas comparaciones aparte, estamos ante un juego muy notable, y para mi, una agradable sorpresa que no esperaba.

LO MEJOR 

La mezcla de acción, estrategia táctica y rol. 

Hay momentos de acción táctica brillantes.

LO PEOR 

Cumple, pero le falta algo de personalidad.

NOTA: 78

Creeping.