DESARROLLADORA: Starbreeze Studios
DISTRIBUIDORA: 505 Games
VERSIONES: PC, PS3, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 03.09.2013
VERSIÓN ANALIZADA: PC
UN VIAJE ENTRAÑABLE
Brothers: A Tale of Two Sons es un juego nacido con la sana intención de contar una historia emotiva haciendo uso de unas mecánicas jugables muy sólidas y al mismo tiempo sencillas. No se trata, ni mucho menos, de un juego pretencioso en lo técnico o lo jugable, sino más bien de un producto pensado para hacernos partícipes de un viaje mágico, con momentos entrañables pero también duros, sin que nada nos distraiga de este fin. Un viaje a través de un mundo de fantasía en el que tienen cabida habitantes normales, pero también peligrosas criaturas capaces de arrebatarnos la vida al menor descuido. Este viaje tiene una historia de fondo en la que los hechos se sobreponen a los diálogos, y que cuenta cómo dos hermanos, cuya madre ha fallecido recientemente, han de atravesar peligroso parajes hasta dar con el brebaje que pueda salvar la vida de su padre enfermo. Ambos hermanos deben unir su ingenio y sus fuerzas para superar las barreras que se encontrarán por el camino, y seremos nosotros los encargados de ayudarles en esta travesía.
Para ello se ha llevado a cabo un sistema de control un tanto particular, y que tras un periodo inicial de aprendizaje, la verdad es que resulta bastante intuitivo. Cada stick analógico sirve para controlar a un hermano, mientras que los gatillos son usados para interactuar con el entorno. Y ya está, así de simple y así de sencillo. No hay un menú de acciones u objetos brillantes que nos indiquen que se puede hacer algo, aspecto que hasta cierto punto se agradece ya que nos invita a investigar cualquier cosa que nos llame la atención del escenario. Puede que un aldeano nos recrimine alguna travesura, que nos acerquemos a una pelota y podamos tirarla a una canasta, o mismamente jugar con algún animal por el simple hecho de amenizar el viaje sin que tenga una repercusión directa en la historia. Pero qué duda cabe que el principal atractivo de Brothers está en la superación de puzzles de muy diversa índole en la que se requiere la combinación de ambos hermanos. Están las típicas palancas que hemos de accionar para abrir una puerta, cómo no, pero también hay cabida para secuencias donde se requiere cierta habilidad a la hora de acceder a plataformas, o controlar algún vehículo inesperado. Son puzzles de fácil resolución, ideados para que el jugador tenga que indagar por el escenario y pensar, pero nunca tan complicados como para quedarte atascado. La idea es que la historia fluya, que el viaje siga adelante sin que nada nos retrase demasiado del objetivo principal.
El entorno audiovisual ayuda mucho a esa percepción de viaje de cuento. La perspectiva cenital ha sido la elegida para controlar a los hermanos por una gran diversidad de entornos, desde aldeas en las que sus habitantes hacen sus quehaceres, hasta cuevas vigiladas por extrañas criaturas, antiguas ruinas deshabitadas e incluso valles helados plagados de pequeños icebergs. La representación gráfica de todo esto corre a cargo del Unreal Engine, pero siempre dentro una simplicidad buscada a conciencia, en la que ni los modelados de los personajes ni las texturas de los escenarios destacan por su realismo, pero cuyo diseño artístico suple las carencias que pueda tener. Las melodías que apoyan el despliegue gráfico son estupendas, y se ajustan como un guante a las vivencias de los chavales, dando ese punto de emotividad que toda buena historia ha de tener. Como nota curiosa, las voces del juego están representadas en un lenguaje inventado, un aspecto que forma parte de toda la escenificación que vemos en pantalla. Estamos ante un juego agradable de ver y oír, y eso es finalmente lo que importa.
Brothers: A Tale of Two Sons no es un juego típico, sino más bien una historia que podría haberse contado en un libro, pero que se ha elegido al videojuego como medio para narrarla. Sería un error afrontarlo como un juego típico, como un reto, o como un producto en el que buscamos cierto desafío, porque realmente no es su campo. Sin embargo sí que podemos verlo como una experiencia narrativa que se apoya de unos puzzles bien concebidos, y lo que es más importante, consigue el objetivo de desmarcarse de lo que ya hay en el mercado. Me ha parecido un producto "desengrasante", entrañable, emotivo y, sobre todo, muy agradable de jugar. Es una faena lo corto que resulta, las 3-4 horas de viaje se pasan volando, aunque he de reconocer que la historia queda bien como está. A pesar de este pequeño hándicap, resulta un título muy bien pensado que divierte y emociona, aspectos más que suficientes para no dejarlo pasar.
LO MEJOR
La idea de superar puzzles usando ambos hermanos.
Una aventura agradable y bien desarrollada.
LO PEOR
El viaje es muy corto.
NOTA: 70
Creeping.
Un juego lleno de buenos momentos y magia que podría estar firmado por Team Ico.
ResponderEliminarYo me lo acabo de pasar y le pongo un par de pegas más, una personal, es que le he encontrado muchisimos bugs que hacían que no disfrutara tanto de la jugabilidad como debería, pero entiendo que esto es algo que le ha ocurrido a poca gente. La otra pega es lo forzado del final para intentar sacarnos la lagrimita, no me acabó de convencer, aunque no está mal resuelto lo que se deriva de esa decisión de los creadores.
En general es un juego muy recomendable, la nota que le has puesto se ajusta más que la que tiene en el metascore (90).
De hecho creo que como videojuego es algo limitado, pero como experiencia merece mucho la pena. A mi el final sí que me gustó como queda, pero vamos, que es cuestión de gustos.
ResponderEliminarSaludos.